El control del tráfico aéreo es un nuevo espacio de desarrollo para la Inteligencia Artificial. Una muestra de ello es el proyecto AISA, coordinado por varias universidades europeas.
AISA quiere decir Base de Conciencia Situacional de Inteligencia Artificial para avanzar en la automatización, por sus siglas en inglés. Según los investigadores, el objetivo no es sustituir al humano, sino que este obtenga más y mejor información para realizar su labor.
Sin embargo, más de uno puede preocuparse. El de los controladores aéreos es uno de los gremios que más reivindicaciones laborales ha buscado en Europa, muchas de ellas a través de las huelgas. ¿Qué pasa si en algún momento los trabajadores son sustituidos por la Inteligencia Artificial?
Por los momentos, todo lo que se ha venido realizando son primeras experiencias.
En palabras de los investigadores a través de la página web del proyecto, “AISA presentará una visión de la automatización en un entorno operativo ATM específico (ATC en ruta) y abordará los desafíos de transparencia y generalización”.
“Durante el proyecto”, agregan, “se diseñará una estrategia para proporcionar la información necesaria a los controladores aéreos para que confíen en el sistema automatizado. Se explorarán métodos para aumentar la capacidad de un sistema automatizado para adaptarse a circunstancias nuevas”.
Los experimentos con la Inteligencia Artificial para el control del tráfico aéreo
El primer objetivo de AISA es explorar la construcción de un sistema inteligente y consciente de la situación, tomando decisiones por los entrenamientos previos. Los expertos intentan recrear la conciencia situacional de los controladores en los programas informáticos, para que estos lleguen a las mismas conclusiones que los otros.
En 2021, como explica el portal Noticias de la Ciencia, se realizó un primer experimento, midiendo la conciencia de situación de 20 controladores aéreos con licencia. Para 2022, el segundo experimento se enfocó en la interacción de la IA con los controladores, ahora 16 en total.
A partir de entonces, se diseñó una herramienta con técnicas de aprendizaje automático para identificar pérdidas de separación en el espacio aéreo. La Inteligencia Artificial está resultando, por los momentos, de mucha ayuda para los controladores, pero aún está en fase previa de aplicación.
Las universidades que están trabajando con el proyecto AISA son la de Zagreb (Croacia), la Johannes Kepler (Austria), la Técnica de Brunswick (Alemania), la de Ciencias Aplicadas de Zúrich (Suiza) y la Politécnica de Madrid (España).
Además están en el proyecto Skyguide, proveedor de servicios de navegación aérea, y la empresa Slot Consulting.