«Es el momento para que Europa preste más atención a Latam»

La jurista española Arancha González Laya dijo a Diario Libre que este es el momento de que Europa preste más atención a América Latina y el Caribe, pero también la región debe aprovechar el panorama internacional creado por la guerra en Ucrania y mostrarse atractiva ante los ojos de los inversores y empresarios europeos.

—¿Cómo la invasión rusa en Ucrania ha afectado a Europa?

Lo que tenemos en este momento en el comercio mundial -y Europa, por supuesto, no escapa de esta tendencia- son enormes turbulencias y enormes incertidumbres. Ese es el contexto. Están causadas, principalmente, por tres elementos:

1) En primer lugar, una gran rivalidad geopolítica entre China y Estados Unidos alrededor de la tecnología que, en realidad, lo que oculta es una especie de lucha por la hegemonía global.

2) Un segundo elemento es, desde luego, la invasión de Rusia en Ucrania, y la guerra que se ha desatado y todas las consecuencias que esto está teniendo en la disrupción de los mercados de alimentos, de energía y de fertilizantes, que son ingredientes esenciales para casi todos los países de este planeta.

3) Luego, un tercer elemento, es una inflación que tiene mucho que ver con la gestión poscovid, cómo los países están, sobre todo Estados Unidos, que eligió un modo de financiar la recuperación poscovid poniendo mucho dinero en manos de ciudadanos, que ha creado tensiones inflacionistas, a las cuales la Reserva Federal americana le ha dado una respuesta que ha tenido un efecto dominó en el resto del mundo.

Entonces, estos tres ingredientes lo que están generando son turbulencias e incertidumbres y eso no es bueno en el comercio internacional. Retrae la acción de los operadores económicos que están en estos momentos tratando de navegar, pero limitando los riesgos.

Por lo tanto, hacia el futuro todo va a depender de cómo gestionemos esos tres elementos: en un muy corto plazo, que es la inflación, pero que puede convertirse en un problema mayor en un largo plazo; el inmediato, que es para la agresión Rusia en Ucrania; y el que tiene visto un poquito más de vida más larga que es la rivalidad, el problema geopolítico China-Estados Unidos.

¿Cómo la situación en Ucrania afecta los acuerdos comerciales entre Europa, el Caribe y Latinoamérica?

Creo que el Caribe y América Latina no están al abrigo de estas turbulencias internacionales. Sufren también de estas turbulencias. Y, además, pueden tener que enfrentarse a una situación en la que China o Estados Unidos le digan: tienen que elegir o conmigo o con el otro.

Yo creo que, por eso, es tan importante que en estos momentos esta alianza estratégica que Europa tiene con el Caribe y con América Latina se ponga más en valor. Creo que es el momento para esta región de buscar también apoyarse sobre aquellas partes del mundo que tienen una visión más a largo plazo.

Desde la Unión Europea, en estos momentos, (se) tiene una visión más a largo plazo, (se) tiene un acuerdo estratégico con esta región: Este acuerdo (EPA), que cumple 14 año. Este acuerdo que estamos celebrando en forma de premio a empresas, pero que detrás de estos premios a estas empresas lo que hay es el reflejo de una alianza estratégica.

¿Entiende que los países que forman parte de este acuerdo (EPA) están aprovechando las facilidades que hay para llevar sus mercancías hacia Europa?

Las cifras me están diciendo varias cosas: primero, un aumento de las exportaciones en las dos direcciones -desde esta región hacia la Unión Europea y desde la Unión Europea-.

Está también indicándome diversificación en la cartera de exportación. Es decir, el número y el tipo de productos o servicios -porque en gran parte son servicios exportables- se han diversificado en los últimos años.

También lo que me está diciendo es que hay cada vez más actores que están entrando en este acuerdo comercial, que hay cada vez más pequeñas y medianas empresas, que es el grueso de las empresas en este país y en esta región. Cada vez se están beneficiando más de este acuerdo comercial.

Ahora, no creo que tengamos que satisfacernos en donde estamos. Nuestro objetivo tiene que ser darle un mayor impulso y un mayor aprovechamiento a este acuerdo comercial, y yo creo que esto pasa por dos vectores fundamentales:

1)      Primero es la inclusión. Tener programas más sólidos de apoyo a pequeñas y medianas empresas, y a la micro, porque estas empresas también pueden participar en este acuerdo comercial. Si yo pienso en las micro en el sector de las tecnologías, lo que se necesita es capital humano y una buena conectividad. No se necesita más, y esta es una gran oportunidad para explotar este acuerdo.

2)      La segunda es mayor sostenibilidad, donde yo creo que hay mayores oportunidades también para un país como la República Dominicana o para países de esta región del Cariforum, de servicios que sean más sostenibles. Ahí es que el mercado europeo está dispuesto a pagar un premium por esos productos y esos servicios.

Tomo como ejemplo, por ejemplo, lo que está pasando en el mercado de la banana en Europa. Lo que está creciendo (…) son las importaciones de banana orgánica, porque el consumidor europeo es un consumidor que busca cada vez más productos y servicios que tengan ese plus de sostenibilidad.

(…) República Dominicana puede sumar lo que es bueno para su país con lo que es bueno para sus exportadores, porque es lo que piden los mercados europeos.

Por la ubicación geográfica de la República Dominicana, ¿los países europeos ven esta zona para poder aumentar sus inversiones?

Los inversores europeos, como los inversores en general, han estado mirando otros mercados en estas últimas décadas. Han mirado mucho los mercados asiáticos, han mirado mucho hacia China, y yo creo que lo que está ocurriendo ahora con este aumento de las tensiones y las rivalidades geopolíticas, es que también en Europa las empresas están pensando en reducir los riesgos de dependencias excesivas de determinados países.

Lo que está ocurriendo es una reducción de los riesgos buscando una mayor diversificación, y aquí es donde yo creo que América Latina y el Caribe tienen una oportunidad muy grande en este nuevo reparto de las cartas del comercio internacional (…) América Latina y el Caribe es uno de los pocos lugares en el mundo donde no hay guerras, donde hay agua, donde hay materias primas, que es todo lo que se va a necesitar para el futuro.

Creo que es el momento para Europa de prestarle más atención América Latina y el Caribe, pero también para que América Latina y el Caribe aprovechen esta situación mostrándose atractivos a los ojos de los inversores y de los empresarios europeos.

Con el tema gas natural, ¿qué papel está jugando esta región con Europa?

Con la invasión de Rusia en Ucrania, las consecuencias más claras para la Unión Europea, en términos económicos, ha sido una reducción de la dependencia que Europa tenía del gas ruso como como fuente de energía.

Si uno mira las estadísticas, esta invasión empezó en febrero y estamos en noviembre, y la Unión Europea ha reducido su dependencia de Rusia del 40 por ciento de sus necesidades de gas al 8 por ciento de su necesidad del gas hoy. Eso es lo que la Unión Europea ha hecho en este período.

¿Cómo lo están haciendo? 

En el corto plazo está diversificando sus suministradores. Antes tenía una plaza preponderante en Rusia y ahora está mirando a otros países: en el Golfo, en esta región, también en Venezuela, en Argelia, en Nigeria, en Mozambique, en Angola, entre otros.

Pero, además, lo que la Unión Europeo está haciendo es acelerando de forma masiva el despliegue de energías renovables, porque eso es lo que le va a dar los dos grandes objetivos que la Unión Europea busca, que es sostenibilidad y seguridad.

Entonces, ahí también hay una agenda muy compartida entre Europa, el Caribe y América Latina. Es la agenda de descarbonización, la agenda del impulso de las energías renovables, porque esta región, como le pasa la Unión Europea, es una región muy consciente de los límites del planeta y es muy consciente de la importancia de reducir las emisiones. Ahí también hay un espacio de alianza estratégica entre Europa, América Latina y el Caribe.

(…) La Unión Europea ha logrado, en una alianza con los países de esta región, impulsar este acuerdo. O sea, que ese es un gran espacio, una gran oportunidad, sabiendo cómo sabemos que debemos descarbonizar y hacerlo más rápido, si queremos mantenernos dentro del límite de 1.5 grados centígrados del incremento de la temperatura.

En un panorama internacional como el que se está viendo, ¿cuáles son esos elementos importantes en términos de comercio internacional?

Creo que son dos. Las respuestas a las turbulencias geopolíticas. No es la globalización, es la resiliencia. Es decir, internalizar los riesgos políticos en las políticas comerciales y en las políticas de las empresas.

En segundo lugar es no caer en la trampa irrisoria del proteccionismo comercial. Todos sabemos que el proteccionismo comercial no protege, lo que protege son las políticas públicas sólidas.

Entonces, lo que necesitamos de estos dos elementos es que integren más los elementos de riesgos geopolíticos, las políticas comerciales, y eso es resiliencia. Y, por otra parte, políticas públicas sólidas que puedan ayudar a los países a gestionar el reparto de los beneficios, pero también de los costes de estas turbulencias en el marco del comercio internacional.

¿Cuál es el papel que usted está jugando en los premios EPA y qué importancia tiene las realizaciones de estos eventos?

Mi presencia es también una manera de enviar un mensaje muy claro a la República Dominicana del compromiso de la Unión Europea con este país y de enviar este mensaje, que es la razón por la cual vengo.

El mensaje más importante es que viene una representante europea a entregar unos premios en un momento en el que es importante enviar una señal de prioridad estratégica de Europa hacia esta región y hacia este país. O sea, que es una señal muy clara.

¿Cómo ven ustedes la situación de crisis que se vive en Haití?

Lo vemos con enorme preocupación porque es un país en un proceso de implosión y eso tiene, evidentemente, costos muy importantes para los ciudadanos de ese país, pero tiene también una repercusión para los ciudadanos y ciudadanas de este país, de la República Dominicana.

(Hay) una necesidad de buscar una estabilización política en un momento de implosión de Haití y creo que ahí es muy importante que la comunidad internacional -y la Unión Europea así lo siente- trabaje con la República Dominicana para darle solución sólida y, también, para acabar con el sufrimiento de los ciudadanos que llevan décadas de empobrecimiento, de mala gestión y, al fin y al cabo, de falta de esperanza hacia el futuro.

¿Hay oportunidad de que se incremente el apoyo para mejorar el recurso humano en esta región?

Desde luego, en países de esta región una de las riquezas mayor es su capital humano, y es la verdad que su capital humano puede mejorar. Eso es lo que se dice cuando uno ve rankings educativos.

Creo que esto tiene que ser una prioridad porque este es el futuro. El futuro son los jóvenes a quienes acompañamos y apoyemos en mejorar su acceso a la educación; a la educación no solo secundaria, sino también a la superior.

Es un poco de la misión de la universidad y de la escuela que yo dirijo –PSIA Sciences– que tiene cientos de acuerdos con universidades de todo el mundo para buscar que haya programas que permitan a los estudiantes moverse en ambas direcciones.

En este caso, dominicanos que puedan ir a Francia y franceses que puedan venir a la República Dominicana. Es así como nosotros entendemos que se puede contribuir a mejorar el capital humano, pero este sector de la educación secundaria y superior tiene que ser una prioridad en República Dominicana.

Mi presencia aquí es una señal de que nosotros queremos impulsar este espacio para que los estudiantes puedan tener acceso a esa facilidad entre las instituciones.

¿Cuál es la gran demanda que tiene, en término de capital humano, el comercio internacional?

Ciertamente, en el sector de los servicios, los servicios tecnológicos, que es la parte donde quizás el capital humano sea menor porque es un sector relativamente nuevo de la economía y donde hemos visto, además, durante el COVID-19 como se ha acelerado la expansión de los servicios tecnológicos, servicios educativos, también servicios sanitarios.

También, servicio de todo tipo, desde lo logístico, arquitectónico, es decir, hay un gran espacio y, evidentemente, hay un espacio también para la formación de perfiles que sean más adaptados a este nuevo segmento.

El nuevo segmento es el tema de la sostenibilidad, de la transición energética; el tema de la tecnología, el tema de la salud, que también hemos aprendido con el tema del COVID.

Hay grandes espacios donde se necesitan una mayor formación y donde hay un espacio para que los jóvenes puedan encontrar el futuro.

¿Qué opina sobre los premios EPA?

Los acuerdos comerciales hacen que el comercio sea posible. Los acuerdos posibilitan abrir un mercado que aumente el comercio, pero los acuerdos comerciales no garantizan que haya comercio.

Para que haya comercio tiene que haber una serie de acciones: acceso de las mujeres empresarias al crédito comercial, mejora de las redes de cámaras de comercio, exportadores, que también incluyan a las exportadoras, infraestructuras y conectividad, inteligencia de mercados.

O sea, todo eso no lo hace un acuerdo comercial, eso lo hacen políticas que tienen que ponerse al lado de los acuerdos comerciales para que el acuerdo comercial resulte en beneficios concretos para los empresarios y las empresarias.

¿Qué se necesita para que el comercio funcione?

El comercio son tres pasos:

Paso número uno: hacer que el comercio sea posible. Eso lo garantizan los acuerdos comerciales, que para eso se hacen, para abrir mercados. Es una condición necesaria, pero insuficiente. Paso número dos: hacer que el comercio ocurra. Eso es crédito comercial, infraestructuras, inteligencia de mercados, acompañamiento al exportador, con cámara de exportadores, institucionalidad. Un tercer paso, que este es el más complicado, que es: conseguir que el comercio sea beneficioso para todos. Eso ya no es la regla del comercio, eso es el sistema de impuestos que hay en el país, cual sea el sistema educativo y de formación del capital humano. Y así le puedo dar una larga lista.

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Johny Watshon

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